El oriolano Jorge Sánchez Simón sigue cosechando éxitos en el mundo del atletismo en sólo tres temporadas de práctica de este deporte tras su retirada del balonmano profesional. Si hace unas semanas lograba el campeonato de España en pentatlon M35, ahora acaba de conseguir el bronce en el campeonato de Europa Master celebrado en Madrid del 19 al 24 de marzo.
Llegaba al europeo con la sexta mejor marca de los inscritos y acabó tercero con 3341 puntos por detrás del francés Laurent Jobard (3567) y del eslovaco Branislav Puvak (3556). Hizo 9.08 en 60 ml, 6'10 en salto de longitud, 11'25 mts. en peso, 1'84 mts. en salto de altura y 3.02.73 en los 1000 ml. Nada más colgarse el bronce, atendió a las preguntas de Sport Vega Baja.
.-Pregunta: ¿Qué sientes después de este nuevo éxito, que es el primero a nivel internacional?
.-Respuesta: Lo primero que quiero decir es que después de tantos años de carrera deportiva ha sido la primera vez que me ponía la camiseta de España y, al margen de la importancia del evento, ha sido especial para mí por lo que es representar a tu país, más si cabe con los tiempos que corren. Llegaba a este campeonato con la sexta mejor marca de los 19 inscritos, pero sabía que podía mejorarla. No obstante, tenía la preocupación de sufrir algún tipo de problema muscular por sobrecarga, debido a la cercanía de del campeonato de España, que me impidiera no solo conseguir mejores marcas, como creía que podía hacer, sino también privarme de vivir esta experiencia internacional. Gracias a la buena preparación que hemos llevado desde que empezamos la pretemporada en agosto, bajar el nivel de intensidad de las últimas dos semanas para llegar totalmente descansado y supongo que también la suerte han hecho que se juntaran todos los condicionantes para que consiguiera mejorar cuatro de las cinco marcas personales que tenía en pentatlón.
.-P: ¿Cómo se desarrolló el campeonato?
.-R: Todo empezó con las vallas, una prueba a la que le tengo especial respeto, por lo que implica muscularmente, que es mucha potencia y flexibilidad, además de que técnicamente es muy complicada. Aunque mi ilusión era bajar de 9 segundos, me quede en 9”08, bajando 20 centésimas la marca del campeonato de España, con lo que empecé con una noticia positiva y en la cuarta posición de la general. Después, en longitud, quería volver a pasar de 6 metros y en el segundo salto logré 6,10, que era mi mejor marca de la temporada, pero no la personal. Así me ponía tercero en la clasificación general. Luego nos fuimos a la prueba de lanzamiento de peso. En los entrenamientos, había hecho lanzamientos por encima de 11 metros. En el último lanzamiento, llegó mi primera gran alegria. Cuando salió la bola de mi mano ya sabía que iba a rondar los 11 metros, pero cuando escuché a la juez decir 11,25 metros no me lo podía creer. Ese lanzamiento fue el mejor de todos los participantes y me ponía segundo en la clasificación general a falta de dos pruebas. No me podía creer lo que estaba pasando. Aunque no quería saber cómo iba, porque quería seguir compitiendo sin presión, fue inevitable que desde la grada y mis propios compañeros me dijeran que los dos atletas que hasta ese momento compartían podio conmigo eran muy buenos en las dos pruebas que restaban. Esto me hizo volver a poner los pies en la tierra y empezar a pensar en defender el podio.
.-P: Las últimas pruebas fueron altura y 1000 metros ...
.-R: Sí. En la altura, mi mejor marca personal era de 1’76, pero que en el pasado campeonato de España no había podido superar el 1’60. Tenía miedo de que volviera a pasar. Fui poco a poco pasando alturas hasta que llegué al 1’78, que ya era marca personal si la superaba, pero hice dos nulos. Pensé que hasta allí había llegado. En ese momento, mis rivales habían superado el 1’80. Sin embargo, en mi último intento, superé el 1’78, me fui luego a 1’81 y después a 1’84. No me lo podía creer. Había superado mi marca personal en 8 cms. en un campeonato de Europa con la presión que conlleva eso y la acumulación de saltos y pruebas. Me quedaban tres intentos para el 1’87, pero fue imposible, aunque en el último intento estuve cerca. En cualquier caso, ya sabía que tenía la medalla de bronce al alcance de la mano. Faltaba correr el 1000. Salí a hacer mi carrera y sin especular. Quería hacer bajar de los 3 minutos, lo que suponía ir a 35” cada 200 y eso hice. Cumplí mi objetivo de hacer mi carrera durante las cuatro primeras vueltas. Pero me estaba jugando la medalla de bronce y miré hacia atrás. Al ver detrás de mi a un español, me di cuenta de que la medalla era mia. Era tercero de Europa. Supongo que eso me hizo relajarme, junto con el cansancio acumulado después de 6 horas compitiendo, y al final llegué a meta con un tiempo final de 3’02”, marca personal también, pero con la sensación de que puedo bajar de 3minutos.
.-P: Y entonces llegaron las lágrimas y la emoción ...
.-R: Por supuesto. Las lágrimas se hicieron dueñas de mis ojos y, aunque sin poder respirar, disfruté todo lo que pude de ese momento, que había hecho que todos los momentos duros y malos que he pasado desde que me ilusioné por el atletismo hubieran merecido la pena. Sé el mérito que tiene esto, que seguramente no es mucho comparándolo con el mundo profesional y las marcas que ahí se dan, pero para mí, después de venir de un mundo tan diferente a este del atletismo y en sólo sólo tres años, haber conseguido algo así es increíble. Ha merecido la pena y voy a seguir fijándome objetivos con el objetivo de disfrutar al máximo de este mundo que me apasiona.
(Fotos cedida por Jorge Sánchez Simón)
