No buscaremos el rendimiento inmediato. Siempre trabajaremos con objetivos a largo plazo. Por desgracia, todo esto chocará con la forma de entender el fútbol por algunos padres, directivos, etc. Pero debemos ser firmes con los criterios antes nombrados. En cuanto a la competición se refiere, debemos tomarla como parte del proceso formativo del joven futbolista. Será donde los jugadores deberán enfrentarse solos a situaciones entrenadas previamente durante la semana. Tomarán decisiones para resolver esas situaciones, asumiendo riesgos y cometiendo errores, que los harán madurar como jugadores de fútbol. En definitiva, practicarán durante el partido sin ser dirigidos por el entrenador y se equivocarán muchas veces, con lo que seguirán aprendiendo, porque cometiendo errores es como se aprende.
Como formador, considero que no debemos tener urgencias con los chavales y sí mucha paciencia durante este periodo. Debemos motivar, apoyar, ayudar, ponernos en su lugar, hablar mucho con ellos, crear un buen clima durante las horas que pasemos con ellos. Nosotros no somos los protagonistas, sino ellos, los futbolistas. Nosotros somos los que los guiaremos en el proceso.
Por último, no olvidemos que somos su líder, su espejo, la imagen en la que se ven reflejados, por lo que nuestro comportamiento en entrenamientos y partidos ha de ser modélico. No podemos pedir que respeten al árbitro si nosotros somos los primeros que no lo hacemos, pero no sólo en el fútbol base. Podríamos trasladarlo al fútbol profesional. Hace poco vimos unas imágenes del 'Mono' Burgos, segundo entrenador del Atlético de Madrid, fuera de sí, teniendo que ser sujetado por cinco personas en su intento de encararse con el árbitro. Para mí fue un hecho bochornoso, que no puede cometer un entrenador en ninguna categoría. La imagen que damos a los jóvenes y a la figura del entrenador con estas actuaciones es lamentable.
Miguel Ángel García Sánchez
Ex entrenador del Orihuela CF
Monitor Escuela Municipal Fútbol Orihuela
