Columna de Opinión

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'La presión paternal en el deporte' Por Jesús Ríos Vegara

Quiero realizar una reflexión con la correspondiente búsqueda de una posible solución al problema sobre el futuro de vuestros hijos y el maravilloso deporte del cual ellos forman parte, pero lamentablemente muchos factores lo deterioran. Uno de los más importantes y del cual trata éste artículo es la presión que someten los padres a sus hijos, haciéndose pasar muchos de ellos como si fueran sus propios entrenadores, poniendo en cuestión la labor del entrenador del equipo de su hijo.

Como entrenador que soy, puedo decir que ustedes ponen a nuestra disposición lo más preciado que un ser humano pueda tener … sus hijos. Por lo tanto, sólo con pensar que es lo que queréis de la formación de vuestros hijos tendréis la respuesta de cómo tiene que ser vuestro comportamiento tanto en los entrenamientos como en los partidos que vuestros hijos vayan a jugar. En la actualidad, lamentablemente nos encontramos en la situación en la que son aún muchos los entrenadores que no están debidamente capacitados, ni poseen títulos o conocimientos necesarios para formar adecuadamente a un deportista, e incluso hablamos de algo mucho más importante como es la persona en sí. Pero la principal causa de esta gran presión que muchos niños sufren cuando van a jugar un mero partido de fútbol es la presión que ejercen los padres con sus actitudes impropias de un adulto durante los partidos, lo que provoca que sus hijos pierdan la ilusión por practicar el deporte que les apasiona por miedo a lo que puedan pensar sus padres sobre ellos y a los comentarios que puedan escuchar durante un partido. Resulta increíble que en muchas ocasiones tengamos que ser los entrenadores los que tengamos que salir en defensa de los hijos por haber recibido comentarios despectivos por parte de sus padres. Los entrenadores debemos tener muy en cuenta este aspecto y evitar en lo máximo posible que esas circunstancias se den, sabiendo qué tipos de comportamientos adopta cada padre de nuestros jugadores.
Básicamente podríamos diferenciar tres tipos de padre:
1.Los indiferentes, es decir, aquellos que se desentienden de la propia evolución del niño deportista.
2.Los equilibrados, que encuentran la distancia óptima respecto al hijo y el entrenador.
3.Los sobreprotectores, que son los que invaden y hasta desprecian la labor de su hijo y del entrenador.
El deporte en sí es para muchos padres una tabla de salvación, en la que buscan tener en sus hijos al campeón que ellos no consiguieron ser y eso provoca que, en muchos casos, la motivación intrínseca no existe o cede a la motivación extrínseca con una serie de perjuicios más que evidentes. Como habéis podido comprobar, el rendimiento de un niño está influenciado por un gran número de pequeños detalles, que siempre hay que tener en cuenta, como son su alimentación, descanso y actitud de los padres, entrenadores y público en general.
Lamentablemente, por mi experiencia como entrenador, puedo afirmar que hay padres que se toman tan en serio los partidos y entrenamientos de sus propios hijos que se dedican a echar toda una serie de comentarios desagradables. Los entrenadores, cuando sucede alguna situación así, debemos, en la mayor medida posible, actuar inmediatamente, ya que esos niños no juegan con libertad, sino con miedo y presión y terminan por abandonar el deporte que tanto querían practicar y, lo que es peor aún, a la larga normalmente suelen tener cierto rencor hacia sus padres, echándoles en cara que no le hayan dejado disfrutar de su deporte favorito.
Por lo tanto, cabe recordar los derechos que todo niño debería tener en la práctica de cualquier deporte en categorías base, que son:
1.Derecho a jugar como un niño.
2.Derecho a jugar con la mayor seguridad posible.
3.Derecho ha ser entrenado y educado con personal debidamente preparados.
4.Derecho a jugar con niños de sus propias edades.
5.Derecho a disfrutar del momento.
6.Derecho a ser tratado con respeto.
7.Derecho a jugar en competiciones debidamente adaptadas al nivel de las capacidades del niño.
Me veo obligado a poner una serie de ítems, que los padres deberían tener muy en cuenta para favorecer un correcto desarrollo de sus hijos. Son los siguientes:
1.Tú eres el padre y no el entrenador.
2.No presiones ni hagas comentarios inadecuados.
3.No hables mal de los compañeros de tu hijo.
4.No desacredites a su entrenador.
5.Independientemente del resultado, anima siempre.
6.Escucha a tu hijo y a su entrenador.
En definitiva, los padres debéis tener muy en cuenta que vuestros hijos sólo necesitan disfrutar de su deporte independientemente del resultado, apoyándoles tanto en los malos como en los buenos momentos, porque, al fin y al cabo, es un juego que vuestros hijos han elegido para pasar un rato agradable y no para tener que escuchar como sus propios padres son los que les critican por, sencillamente, realizar el deporte que ellos quieren practicar. No creáis que todos tenéis un Messi en casa. No hay un niño más feliz, que el que se siente apoyado por su familia en todo aquello que hace.

Jesús Ríos Vegara
Entrenador del Titanes CF Rojales

Modificado por última vez en Miércoles, 24 Septiembre 2014 11:31
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