Columna de Opinión

Sport Vega Baja, en su interés por servir de medio transmisor de ideas sobre el deporte, contribuir a divulgar diferentes puntos de vista y abordar nuevos campos relacionados con el mismo, ofrecerá periódicamente a profesionales vinculados a la actividad deportiva la posibilidad de ofrecer su opinión.

'Orihuela Club de Fútbol, un modelo inviable'. Por Miguel Ángel Robles.

No sé a estas alturas si hay o no solución, en cualquier caso será parcial e inviable a medio plazo. El problema del fútbol local como espectáculo es complejo y debemos aceptar que un análisis desapasionado nos lleva a determinaciones radicales.

Desde hace años el fútbol se ha profesionalizado a unos niveles que lo conducen al colapso de la mayoría, que ven como todo el dinero es poco y este se lo quedan los futbolistas, muchos de los cuales no generan ni el 1% de lo que cuestan, que no necesariamente es lo que valen. Hasta los grandes están abrumados por una insolvencia indecente. Los más modestos reproducen el formato sin contar que se precisa una base mínima de socios, unas fuentes externas de financiación seguras y un plan de viabilidad riguroso. En Orihuela siempre hemos contado con 'el que las pone', que normalmente se cansa más pronto que tarde, cuando no repela el plato antes de irse. La última directiva ha luchado contra gigantes y ha perdido, pocos han ayudado y casi todos de modo insuficiente. Es un capricho muy caro y de dudoso tirón, ahogado por el fútbol televisado y por unos precios insostenibles para el producto que ofrecen.

 

Debemos pues resignarnos a ver desaparecer este modelo y apostar por otro, menos llamativo pero, quizá, más sostenible. Dudo mucho que un jugador de tercera o segunda deba cobrar por lo que hace y menos dinero público. Bastante tienen con que se les cedan instalaciones de todos, en horarios preferentes o de modo exclusivo, así como la publicidad derivada más unas subvenciones que deben estar perfectamente tasadas y justificadas. Si con eso no da para cobrar ni dietas pues a jugar por amor al deporte, como hacen casi todos los demás cuando no a fuertes costos personales. Todos los que hacemos deportes, en general, nos quitamos de otras cosas para poder pagarnos el vicio. En una economía de mercado sólo se puede cobrar si se generan ingresos. La respuesta del público es inequívoca. No se saca ni para el utillero.

 

Yo abogo por la total y transparente transformación del fútbol local en un deporte amateur sin trampas. Una ciudad como la nuestra no puede mantener de modo estable y duradero un equipo como el Orihuela Club de Fútbol. Debemos conformarnos con un club yoyó, que suba o baje según añadas y que se nutra de los jugadores comarcales, fundamentalmente en formación y de retirada. Un equipo de pueblo, para el pueblo y del pueblo. El deporte profesional, en la televisión o en los campos de Primera. Si pueden gestionar los sueldos de Wall Street que les dan a los jugadores, que lo hagan. El resto, a entrenar después de estudiar o trabajar. No da para más y con mis impuestos no quiero pagar sueldos de jugadores que ni llenan el campo ni generan recursos. El Ayuntamiento debe emplear el dinero en mejorar las instalaciones de todos, en afinar la gestión de las mismas y en ampliar la base deportiva. Uno de los elementos clave es una red correcta de infraestructuras deportivas lo más cercanas al ciudadano y, sobre todo, al niño.

 

La última petición del club ahora agonizante es la mejora del césped. Yo me apunto, pero, si no tenemos objetivos claros sobre Los Arcos, este debe sustituirse por uno de césped artificial de última generación junto con un adecentamiento y optimización del paupérrimo estadio hoy en lamentable estado. De ese modo, dotamos a la ciudad de un equipamiento de máxima rentabilidad,  sin apenas mantenimiento, que puede ser usado por los cientos de niños que sufren para encontrar un lugar donde entrenar, sin  que ello dificulte ni merme las prestaciones de nadie. Un campo de hierba sintética puede usarse todas las horas del día, llueva o tengamos sequía. Por el contrario, uno de césped natural no permite apenas usos, si queremos que el día del partido esté en condiciones. Yo prefiero ver a mis hijos jugando y entrenando en Los Arcos a perder mis impuestos en sueldos de jugadores que desconozco y a los que les reservamos instalaciones de modo exclusivo. Y que nadie se rasgue las vestiduras, es más barato a medio plazo que el natural, se juega mejor en promedio, resulta ideal para formación o uso público y hasta se utiliza en Copa de Europa (Foto Sport Vega Baja).

Miguel Ángel Robles Martínez

Licenciado en Educación Física y ex concejal de Deportes de Orihuela. 

Modificado por última vez en Jueves, 28 Noviembre 2013 06:19
Valora este artículo
(1 Voto)
Visto 4271 veces

¿Nos sigues en Facebook?

Sport Vega Baja

Esta es una web deportiva propiedad de Antonio Peñalver García.

Para contactar llama al 622 915 328

o si lo prefieres envíanos un email a

Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

Web Analytics