Chaparro: “El ascenso a Segunda A fue especial por la épica”

El recordado centrocampista paraguayo Benigno Chaparro, uno de los protagonistas de la gesta, relata aquella experiencia a Sport Vega Baja.

“Era un ascenso en el que casi nadie creía, porque al Barcelona B le bastaba con empatar, pero nosotros cumplimos nuestra parte y por suerte ascendimos. Fue algo diferente por el desenlace final. Aún recuerdo mis lágrimas tras el pitido final”. 

Hoy tiene ya 62 años y está asentado en tierras malagueñas. Está considerado como uno de los futbolistas de más clase que ha pisado Los Arcos vistiendo de amarillo y que más huella ha dejado entre la afición oriolana. Tres temporadas militó en el Orihuela. Es el paraguayo Benigno Chaparro, uno de los protagonistas del recordado ascenso a Segunda A de la liga 1989-90 y de aquel partido del 27 de mayo contra el Gandía. Para recordar la gesta Sport Vega Baja ha entrevistado al centrocampista tres décadas después. El jugador sudamericano llegó a España con 20 años en 1978, jugando en Primera División con Racing Santander y Salamanca, en Segunda A con Palencia, Orihuela y Marbella y en Segunda B con Deportivo Alavés, Lorca y Albacete Balompié.

1. Treinta años ya. ¿Cómo recuerda Chaparro aquel ascenso y aquella histórica temporada?

La temporada fue inolvidable y el ascenso lo recuerdo muy gratamente, porque a priori estaba muy difícil. Durante mi estancia en el fútbol español, he vivido varios ascensos, pero aquel fue diferente por el desenlace final y por la manera cómo se consiguió.  

2. ¿Qué recuerdos tienes en concreto de aquel partido y aquella tarde?

Llegamos Barcelona B y Orihuela Deportiva llegamos muy igualados al final de la liga. En el filial azulgrana estaban Busquets padre, Tito Vilanova, Pinilla, Delfí Geli, Villena, Paqui, Onésimo… Nosotros también teníamos muy buen equipo con los Latorre, Higinio, Sebas, Verza, Reyes, Sagarduy, Cazaurang, Sigüenza… A falta de dos jornadas íbamos líderes, pero en la penúltima perdimos por 1-0 en Torrevieja, donde no jugué por sanción, y ellos ganaron al Olimpic. Perdimos el liderato y pasamos a depender de ellos, quedando con dos puntos por abajo, pero con el goal average particular a nuestro favor. Así que nos lo jugamos todo en la última jornada de liga, donde necesitábamos una carambola, que era ganar en casa y esperar un pinchazo del filial en Benidorm. Y la carambola se produjo. Ni nosotros nos creíamos lo conseguido aquella tarde en Los Arcos. Aún recuerdo mis lágrimas tras el pitido final. Lloré mucho. Era un ascenso en el que casi nadie creía, porque al Barcelona le bastaba con empatar y lo tenía todo a favor, pero perdió con gol de mi amigo Gómez Mulas, que había jugado en el Salamanca. También es verdad que nosotros apuramos todo, ganamos y por suerte ascendimos.

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3. Has dicho que fue un ascenso diferente por el desenlace final.

Sí, he ascendido con cinco equipos en España, pero aquel ascenso del Orihuela fue muy fuerte por la épica de cómo se produjo. La anécdota contraria la viví curiosamente tres años antes en El Helmántico con la UD Salamanca. Allí, en el campeonato 1986-87, en la última jornada, nos bastaba el empate, pero acabamos perdiendo con el Real Burgos al encajar un gol visitante en el 92’ y nos quedamos sin ascenso directo a Segunda A. Por eso, cuando salté a Los Arcos aquella tarde a jugar contra el Gandía en busca del ascenso, ya sabía lo que era perder uno en el último minuto del último partido de liga.

4. La verdad es que aquella temporada el Orihuela dispuso de muy buena plantilla…

Era un gran plantel con veteranía y juventud, ya que había jugadores que venían de categoría superior y también compañeros que subían de Tercera. Ahí estaban Sigüenza, Cazaurang, Fuentes, Sebas, Óscar, Sagarduy, Reyes, Verza, Gambín, Ginés, Almagro, Joaquín Ramón, Ricardo, Manolo, López Rekarte, Casuco, Maqueda, Pedro Muñoz, Latorre, Higinio Ortiz, Ramos, Botella, Mani… Encima arriba teníamos a la pareja Siguenza y Caraurang, que marcó muchos goles. Era un buen equipo, con mucho fútbol, con experiencia. Diría que un equipo completo.

5. Sobre todo aquella línea media con Reyes, Verza, Sagarduy, Ramos, Sebas, Ramos, Almagro, tú…

Muchos habíamos jugado en Primera División. Era un medio campo muy apañado y con experiencia.

6. A nivel de banquillo fue una liga convulsa por las urgencias clasificatorias. Hubo hasta tres entrenadores…

Sí, comenzamos con Llompart, luego vino Campillo y acabamos con Yosu. Eran tres buenos entrenadores y nunca tuve ningún problema con ellos. Llompart era un profesional del fútbol, muy campechano y el compañerismo era primordial. Trataba muy bien a todo el mundo, como Campillo, que me quería un montón e hicimos mucha amistad. Por último, tuvimos a Nando Yosu, que me conocía del Racing de Santander y que me entrenó en el Deportivo Alavés.

7. Te tocó vivir el mandado del presidente Esquiva.

El presidente Esquiva era especial. Le gustaban los cambios en el banquillo, porque decía que eran revulsivos y comentaba que siempre le salían bien. Era impulsivo, pero buena gente y siempre buscó lo mejor para el equipo.

8. A mucha gente le sorprendió que aquel año y en los sucesivos jugaras en el Orihuela en medio campo, cuando en tu trayectoria en España siempre te habían hecho jugar como delantero.

Sí, realmente, yo en Paraguay siempre jugaba de ‘ocho’, es decir, de interior, pero en España, no sé por qué, me alinearon siempre de atacante por las bandas e incluso de ariete en el Santander. Eso me sorprendía de los entrenadores españoles. Yo era vertical y le pegaba bien al balón, pero no era delantero. En el Orihuela, sí jugué en mi verdadera posición.

9. Dejaste huella en Orihuela, donde se te valoró mucho y se te recuerda como un jugador completo ofensiva y defensivamente, como uno de los mejores jugadores que han vestido de amarillo.

Pues sinceramente agradezco esa estima. Yo siempre me he considerado un futbolista de equipo y un jugador completo, porque daba patadas y presionaba, pero también creaba, me iba al ataque y le pegaba bien a la pelota. Me defendía en todas las parcelas, aunque, sobre todo, me sacrificaba mucho por el equipo.

10. ¿Cómo fue fichar por un recién ascendido como el Orihuela viniendo de jugar en Primera y Segunda A?

Yo tenía contrato para la siguiente temporada en el Albacete Balompié, donde era titular en Segunda B, pero llegó al club Benito Floro y el presidente me dijo que no contaba conmigo. No puse ningún problema y tras rescindir, en cuestión de dos o tres días, pese a no tener representante, me llegó la oferta del Orihuela y firmé.

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11. ¿Qué sabías del Orihuela y de Orihuela?

Pues, sinceramente no sabía nada ni del club ni había estado antes en la ciudad. Era un recién ascendido a Segunda B, me sonaba el nombre, pero no sabía si la ciudad estaba en Alicante o Murcia. Tampoco había jugado en ese campo.

12. En total, tres temporadas en el Orihuela Deportiva siempre como titular, jugando dos en Segunda B y una en Segunda A.

Sí, viví momentos importantes. Estuve en el ascenso de 1990, en la temporada 90-91 en Segunda A donde nos quedamos a tres puntos de jugar la promoción de ascenso a Primera División y, pese al descenso, seguí en Segunda B en la 91-92. Prácticamente, yo tenía la vida casi hecha ya en Orihuela, porque tenía un piso y un apartamento en Torrevieja, pero cuando acababa la liga 91-92 con el Orihuela salvado, me llamaron del Marbella para jugar la fase de ascenso. Perdoné la deuda del Orihuela hasta ese momento y me dejaron salir. Ascendí a Segunda A con el Marbella y luego quise volver a Orihuela, porque tenía en mente algún negocio. Pero me ofrecieron renovar y yo pedí un incremento de sueldo. Sorprendentemente, me lo dieron y me quedé allí. Si no, mi intención era quedarme a vivir en Orihuela. En el Marbella, jugué tres años más en Segunda A como titular y ya me retiré en el UD San Pedro de Alcántara, donde llegué a ser segundo entrenador.

13. ¿Has regresado a Orihuela desde entonces?

Sí, en varias ocasiones. En una de ellas, fue para jugar en 2012 en el homenaje a quienes jugamos en Segunda A en la liga 1990-91.

14. ¿Cómo es la vida actual de Chaparro?

Pues trabajando y sin vinculación alguna al fútbol en ninguna de sus facetas. Pensé hace años sacarme el título de entrenador, pero al final no lo hice.

15. ¿Algunas palabras para la afición oriolana?

Pues, sí. Quisiera agradecer las muestras de apoyo, cariño y estima que recibí como jugador y luego las veces que he visitado después la ciudad.

(Fotos cedidas por Benigno Chaparro)

Modificado por última vez en Martes, 23 Junio 2020 19:01
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