El CFP Orihuela Deportiva ha promovido la iniciativa de solicitar a la Federación Valenciana de Fútbol el aplazamiento o suspensión de la temporada 2020-21 hasta tener unas garantías sanitarias adecuadas para la práctica del futbol, así como ayudas económicas y personales a los clubes para compensar los gastos ocasionados por el COVID-19 y garantías de devolución y descuentos en los pagos de licencias, mutualidades y arbitrales. La idea inicial ha sido apoyada también por otros dos clubes de la ciudad como Atlético Orihuela y CF Bonanza y más equipos valencianos (Ayorense, La Coca Aspe, UD Aspense, UD Sax, Ollería CF y Hondón Nieves CF). El resultado ha sido un documento enviado con fecha 11 de septiembre al ente federativo valenciano.
Escrito
El texto dice textualmente lo siguiente:
“A la atención de la FFCV. Reunidos los clubes abajo firmantes, ante la preocupación a causa de, por un lado, la falta de información, y por otro la exposición directa de técnicos, jugadores y representantes de los clubes, en referencia a la situación excepcional surgida por el COVID-19, se tratan los siguientes puntos:
Que a día de hoy:
-No se puede garantizar, de acuerdo a los protocolos expuestos por la FFCV, que los miembros de los equipos dispongan de unas condiciones sanitarias adecuadas para la práctica del fútbol.
-Un contagio y posterior aislamiento de la plantilla, técnicos y responsables del club, puede provocar una triple problemática:
a) En el entorno familiar. Afectando a personas con edades potenciales de riego ante la COVID-19.
b) En el entorno laboral. Pudiendo generar conflictos de intereses al
producirse el contagio fuera de citado entrono.
c) En el entorno deportivo. Se puede llegar a desvirtuar la competición, retrasando partidos puntuales, pudiendo ser objeto de posibles sanciones en el caso de no disponer jugadores, etc. Este último punto, denota la falta de comunicación entre la federación y los clubes, no contemplando en los protocolos y/o reglas de los campeonatos, aspectos tan cruciales como los que pueden ser generados por un contagio entre distintos clubes, siendo detectado éste semanas posteriores. Existe un desconocimiento total por parte de los clubes de las consecuencias deportivas en caso de existir un contagio o la puesta en aislamiento de un equipo.
La federación no puede garantizar el cumplimiento de las medias sanitarias y del protocolo COVID-19 por parte de los clubes. Es por ello que se deberían destinar personal y fondos extra para disponer a los clubes de materiales y recursos personales con el objeto de cumplir las medidas de seguridad durante la práctica deportiva. No hay garantía de devolución de los costes federativos y de mutualidad en caso de suspensión parcial o total de la competición. Sirva de referencia que la temporada 2019-20 termina sin disputar aproximadamente un tercio de los encuentros, en los cuales la mutualidad no ha podido ser utilizada por el personal con licencia activa. Al punto anterior, hay que sumar los costes correspondientes de poner un equipo a entrenar y competir, tales como la ropa, material deportivo, material sanitario, etc. Los cuales no serían cubiertos en caso de suspender la temporada durante la competición.
La afición, que tan importante es para el mantenimiento y sustento de los clubes amateurs, puede ser afectada ante la incapacidad de poder acceder a los campos de fútbol. No se puede hacer uso de las instalaciones de forma completa, no pudiendo acceder a vestuarios y duchas, siendo esta una medida ilógica en un contexto de mayor higiene que exige la pandemia. Actualmente y con lo existente, una vez terminados los partidos/entrenamientos, los futbolistas y técnicos pueden aumentar el riesgo de contagio sin realizar un aseo personal propio.
Creemos que es necesario la realización de las revisiones médicas previas al comienzo de los campeonatos, y no con posterioridad, con el fin de evitar posibles riesgos en técnicos y deportistas. La realización de test a jugadores es la herramienta que se aplica en competiciones profesionales, siendo necesaria en caso de detección de casos, aislamiento de jugadores y paralización de partidos. En categorías profesionales es obligatorio la realización de test a los jugadores, no es comprensible como se va a prescindir de ellos en competiciones no profesionales. Estamos en un contexto social en el que el riesgo ante el contagio y enfermedad es igual para todos, sin distinción de categoría.
El futbol amateur no es una actividad esencial para los clubes, técnicos y jugadores. El desarrollo de la práctica deportiva en citadas competiciones es de carácter pasional, lúdico y social. Es por esto que no consideramos necesario exponer a su cuenta y riesgo y de forma no segura a los equipos, pudiendo ocasionarles graves perjuicios familiares, laborales y sociales.
Por los motivos relacionados anteriormente, solicitamos:
1. El aplazamiento o suspensión de la temporada hasta tener unas garantías sanitarias adecuadas para la práctica del futbol.
2. Ayudas económicas y personales a los clubes para compensar los gastos ocasionados por el COVID-19.
3. Garantías de devolución y descuentos en los pagos de licencias, mutualidades y arbitrales".
(Foto Sport Vega Baja)
