Por Manuel Culiáñez/Fotos de Leny Suero
En la comarca de la Vega Baja son muchos los deportistas que, de una forma u otra, dedican su tiempo y su esfuerzo altruista en la enseñanza de su deporte favorito. Si miráramos a esas personas únicamente desde un punto de vista ‘economicista’, podríamos pensar que ese tiempo que donan a otros es ‘perdido’, porque no produce nada material por así decirlo. Pero desde un punto de vista humanista, semejante entrega tiene numerosos beneficios tanto para los individuos como para la sociedad, en forma de la práctica no sólo del deporte, sino de valores como la generosidad, el amor por hacer las cosas bien o el altruismo. En la etapa formativa, los entrenadores no son meros transmisores de conocimiento y mejora deportiva, sino que pueden llegar a ser verdaderos maestros que fomenten enseñanzas que van a servir a sus pupilos en todos los órdenes de la vida.
En Sport Vega Baja, entrevistamos a uno de ellos, a una de esas personas a las que se le nota a la legua el amor por su deporte, en este caso el baloncesto, y las ganas de transmitir el conocimiento que atesora sobre el juego a quien se cruza en su camino. Nos referimos a José Murcia, oriolano que forma parte de la estructura técnica del CB Oribasket, donde entrena a diversos equipos en diferentes categorías, que ha sido noticia en las últimas semanas por su participación en EEUU, la cuna del baloncesto, dentro del programa “Entrenadores en USA por AEEB” auspiciado por la Asociación de Entrenadores Españoles de Baloncesto (AEEB),dirigida por el mítico Joan María Gavaldà, entrenador con pasado ACB, entre otros con el TDK Manresa de sus mejores años en la máxima competición. Con José Murcia hemos hablado también de baloncesto en general y en la comarca de la Vega Baja y en Orihuela tanto a nivel formativo como sénior.
1. José, sabemos que llevas relacionado toda tu vida con el deporte y, más concretamente, con el baloncesto. ¿Podrías resumir, en primer lugar, tu currículum para los lectores de Sport Vega Baja?
Mis comienzos como entrenador fueron en 2003 como monitor del CEIP Virgen de los Desamparados, compaginando los estudios de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte. Allí llevaba, hasta 2006 si no recuerdo mal, toda la sección deportiva, benjamines y alevines. Durante esos años entrené por ejemplo a Paola Fuentes, antigua jugadora y entrenadora del club donde ejerzo ahora mismo.
En la temporada 2006-07, llegué al Colegio Jesús María (San Agustín) donde compartía tareas con Juanjo Ortuño y teniendo en la coordinación a Eva Peñalver, que en cuestión de trato con padres y gestión de la actividad me ayudó mucho. En el colegio, pasé por todas las categorías y estuve bien arropado por la dirección del centro con Conchita Dindon, María Fernanda y los compañeros en pista, el ya mencionado Juanjo Ortuño, Eva Peñalver y Manolo Rodríguez. En febrero de 2014, dejé la competición escolar para centrarme en la gestión, recién finalizado el Máster en Gestión Deportiva que estaba compaginando en este último año y en 2015 marcho a Madrid a cursar un Máster de Psicología Deportiva. No fue hasta la temporada 2015-16 cuando retomo la actividad de entrenador, en el madrileño Pintobasket, donde complementé escuelas, federado y luego de ayudante de Carlos Hortal en el Sub 21 Oro de CB Moratalaz, siendo un año muy intenso que demandó mucho de mí. No es hasta dos campañas después que vuelvo a Madrid para formar parte de la estructura técnica del Juventud Alcalá, afincado en el mítico pabellón Montemadrid, donde jugaba el Cajamadrid. Durante este año tuve alguna colaboración con la Academia de Chus Mateo y, en el mes de julio de 2016, me llegó una oferta para irme como entrenador a Kunming, en China. Estuve allí hasta que la pandemia me hizo volver y truncó esta gran experiencia.
2. ¿Cómo fueron tus comienzos en el baloncesto?
Mis comienzos como jugador estuvieron marcados por mi hermano Iván Murcia, quien jugaba al baloncesto; el hecho de tratar de jugar mejor que él fue lo que me abocó a este deporte. La cancha de baloncesto era donde mejor me encontraba, compitiendo, entrenando, con los compañeros de equipo Tomás Sáez, Pablo Castilla, Javier Hernández, Alberto García e Israel Rabaza… Al final, lo que hace bonito a este deporte es la gente con la que coincides y lo que compartes. Luego, más tarde, en sénior, compartí pista con José Luis López, Gabriel Ortuño, Jesús Cabrera, Bruno Soriano, Pablo Villalgordo, Manolo Rodríguez, Pedro Gea, Alejandro Rabaza, David Hernández… y otros tantos que me dejo. Que me perdonen si no los reflejo a todos.
3. ¿Y cómo decidiste dar el paso a ser entrenador?
El paso a ser entrenador fue una forma de tratar de devolver un poco algo de tanto que me ha dejado y me ha dado este deporte. Trasmitir a los más pequeños el cariño a este deporte, enseñarles los valores que van de la mano y que son extrapolables a la vida diaria en un momento donde los valores han cambiado en exceso y todo se trata de conseguir rápido y sin implicación. Supongo que, hoy en día, es esto lo que me mueve a perseverar y a creer que a través del deporte se construyen buenas personas.
4. ¿Cómo llegas al programa de la AEEB y cuáles son sus objetivos, tanto deportivos como humanos?
Soy socio de la AEEB y llevaba varios años viendo las actividades que montaban en los meses de noviembre para conocer el funcionamiento de los clubs u organizaciones de alto nivel que hay en USA. Pero estos viajes, planteados al comienzo de la temporada aquí, eran imposibles de plantear. Así que, cuando vi esta nueva vía, mandé la pre-inscripción junto con el currículum y, al día siguiente, estaba hablando con Joan María Gavaldà concretando fechas.
Este programa nace como una vía para plantear una alternativa al sistema o metodología planteado por los americanos. José Diloné, uno de los embajadores de la AEEB en América y director de la ‘Academia Sueños Basketball’, quería implantar la metodología española en su programa y dar a sus chicos/as la oportunidad de conocer una nueva manera de ver el baloncesto, de la mano de los 8 profesionales que viajamos a Lawrence (Massachusetts).
5. ¿Qué os encontrasteis al llegar a EEUU y qué diferencias y similitudes en cuanto a planteamientos y formas de trabajar has encontrado respecto a España? ¿Y en cuanto a infraestructuras deportivas?
Jugadores con una técnica individual generalmente muy buena, sin hacer distinción entre niños de 10 años o de 17. Todos tenían un gran manejo de balón y gran desarrollo de juego de pies y coordinación. Un factor diferencial respecto a los niños de aquí es el sentido de la competición en ocasiones extremo y un carácter duro. En cuanto a las maneras de trabajar, había similitudes en la actividad de campus. Calentamiento y movilidad, trabajo por estaciones, competiciones y vuelta a la calma. En la actividad con equipos, la verdad que no pudimos testear las diferencias de trabajo, ya que absorbimos esta labor desde el primer momento para que los locales obtuvieran una nueva visión de dirección de sesión diferente a la que conocían.
Por lo que respecta a las infraestructuras, no había color. Allí, la inversión privada, local y estatal para el desarrollo de instalaciones deportivas es muy grande, hay un compromiso institucional para llevarla a cabo. Pero no solo para compañías privadas, sino que las instalaciones públicas en los parques son de calidad y abundantes, acompañadas de un gran desarrollo de instalaciones en centros escolares. La razón es porque el deporte y la pertenencia a una academia o programa deportivo se considera como una vía de escape para aquellos chicos/as que se ven tentados por las bandas y el consumo de drogas. La relación buscada es a más deporte, menos bandas y menos consumo de drogas. Esto junto al clasista sistema de educación planteado en EEUU hace que el deporte cobre una importancia magna para alcanzar un estilo de vida saludable y lejos de la cárcel, y sea una posibilidad para adquirir una educación superior de calidad.
Esto daría para una entrevista o charla que llevaría horas. Pero aquí el planteamiento es otro, partiendo de la base, hablando de nuestra zona, que el desarrollo del urbanístico y la intervención del ladrillo ha ido enfocado a la proliferación de colmenas, sin preocuparse de dotar de instalaciones deportivas y servicios conforme se iba desarrollando el término municipal, yéndose al más vulgar y corto de miras enfoque economicista del turismo. Pero como digo…esto daría para otra entrevista.
6. En relación a los niños que entrenabas, ¿cuál era el planteamiento pedagógico y deportivo a la hora de trabajar con ellos?
Lo que llamaba la atención es que los más pequeños te exigían constantemente la misma exigencia y complejidad que a los mayores, marcado todo por un carácter fuerte y competitivo y ese sentimiento y necesidad de tener que demostrar constantemente quién era el mejor, por lo que nos lo ponían fácil a la hora de desarrollar sesiones…eran las mismas quizá utilizando alguna cuestión más que resolver para que llegaran a la ejecución buscada.
7. El programa en el que participaste estaba dirigido a trabajar con niños en riesgo de exclusión social. En muchas ocasiones, y me refiero a nuestro entorno, parece que la integración de estos menores que llegan con una mochila llena de problemas a sus espaldas es meramente deportiva: el niño se integra en el equipo y se trabaja, sobre todo, el progreso en el juego y en las dinámicas colectivas. Sin embargo, el deporte da la posibilidad de transmitir valores, fortalecer la autoestima, generar formas de relación grupal sanas y un largo etcétera. ¿Faltan herramientas formativas para relacionar el deporte y la vida, lo que éste nos puede aportar a lo largo de nuestro proceso vital, sobre todo a este tipo de chavales?
¡Ufff! Esta es muy buena pregunta… Vamos a ver si consigo trasmitir mi idea al respecto. Bajo mi punto de vista, al deporte le ha llegado también esta corriente de la inmediatez, el servicio rápido y el no detenernos a ver realmente. Lo desarrollo. Yo tengo muy claro que el entrenador tiene que ser el primero en llegar y el último en irse, tiene que ver cómo llega el jugador y cómo se va. Tiene que haber esa conversación de que tal les va fuera de la cancha, cómo va la complicada vida de instituto donde se producen muchos de los cambios que marcan el desarrollo de las personas con las que tratamos. Y no hablo de pasarle el brazo por el hombro y decirle que todo está bien y que ya pasarán los problemas, sino escucharle, dejar que se exprese de lo bueno y de lo malo, dar nuestro punto de vista y dar la alarma en caso de que haya que darla. Un bajo porcentaje llega a profesional y nosotros no podemos obviar lo evidente, que somos parte del desarrollo de esas personas y que necesitan de nuestro buen hacer para que encuentren en el deporte un estilo de vida una manera de vivir y estar, sin olvidar que todo esto condiciones que se tienen que dar para sacar buenos deportistas.
Partiendo de lo anterior, las herramientas están, lo que hay que preguntar es ¿los monitores o entrenadores que trabajan con los niños y niñas invierten tiempo y esfuerzo en hacerse con ellas? ¿Se le puede exigir más a un monitor o entrenador que tiene el sueldo que tiene? ¿Está reconocida la figura del entrenador como figura importante dentro del desarrollo de nuestros hijos? Y aquí es donde salen las expresiones “es vocacional” o “se hace como hobby”, pero, en este caso, para mí ambas expresiones están mal utilizadas o el enfoque no tendría que ser ése.
Puesto que es importante hacer una trasmisión de los valores deportivos para que formen parte de la estructura que rija la toma de decisiones y/o comportamientos de nuestros jóvenes en el día a día junto a los valores familiares, creo que habría que poner en valor a la hora de apuntar a nuestros niños/as qué monitor o en qué club van a desarrollarse, puesto que esto va a marcar de manera superlativa, y en muchas veces desconocida para los padres, cómo va a desarrollarse en el ámbito personal, además de lo que se transmita en el colegio y en cada casa. Es por eso, y sin querer alargarme más, que los profesionales en la dirección de grupos deben de estar reconocidos socialmente, remunerados y debidamente formados.
8. En muchas ocasiones, la ‘profesionalización’ del deporte infantil y la propia presión familiar y social, con padres que piensan que sus hijos son futuros ‘cracks’ genera ya en estos niveles un ‘resultadismo’ que acaba por enterrar los valores innatos del deporte. ¿No crees que es necesario un enfoque global diferente para trabajar tanto con los niños como con las familias la ‘gratuidad’ del juego, el disfrutar con el camino y no tanto con los resultados?
Ves de todo. Mi punto optimista quiere pensar que la persona que se hace entrenador de base lo hace para influir, enseñar de manera positiva en el desarrollo de esas personitas que nos llegan y cuyos padres confían en que no las vayamos a romper.
Pero sí es verdad que la realidad es que a lo largo de los años te topas con individuos, no de manera despectiva (madres, padres y entrenadores) que aún no han aprendido o están en un punto de madurez que no les deja ver que del porcentaje de deportista que recibimos, uno ínfimo o nulo casi, va llegar a grandes ligas o a poder pagarse una educación con él. Que es más importante sacar niños que adquieran hábitos deportivos sanos, hábitos alimenticios acordes al deporte desarrollado y que mentalmente reforzados que anteponer el resultado a todo lo anteriormente nombrado, porque no es lo mismo ganar de cualquier manera que disponer al grupo para enfrentarse a un reto y ponerlo en disposición para que se puedan llevar el partido. En la vida, no siempre se gana, pero siempre hay que esforzarse para quedar lo más cerca de las metas marcadas. Y que si no disfrutas del camino… no lo vas a querer recorrer nunca más si tienes una caída o fracaso deportivo.
9. Desde una visión mundial, digamos, y refiriéndonos a nuestro deporte, tras los JJOO y la cercanía cada vez más evidente entre la NBA y el baloncesto FIBA, algunos análisis baloncestísticos hacían hincapié en que al igualarse cada vez más la condición física, entre otras cosas porque cada vez son más los jugadores no estadounidenses en la NBA, el jugador europeo contaba con la ventaja de tener mayores recursos tácticos y técnicos para jugar en equipo frente al individualismo de EEUU. ¿Cuál es tu análisis al respecto? ¿Es más rico el baloncesto FIBA desde un punto de vista táctico que la NBA?
Es totalmente cierto, en las últimas competiciones internacionales sin excepción ninguna hemos visto que el trono americano en ciertos momentos competitivos se tambaleaba o caía. En competiciones como mundiales o juegos americanos el dominio no es tal. En el último mundial, celebrado en 2023, los americanos quedaron en 4ª posición, mientras que en el mundial del 2019 bajaron hasta la 7ª posición. En estas competiciones, para ellos menores, no llevan a los mejores, sino a estrellas en ciernes. Pero en estos últimos JJOO hemos podido ver resultados ajustados en partidos preparatorios y de competición, con marcadores ajustados y remontadas en los instantes finales. Es una realidad que se están estrechando las distancias, pero no hay descanso: ya llevan años incorporando entrenadores europeos en sus planteles de entrenadores como ayudantes o, incluso, recientemente a la cabeza de proyectos deportivos, como es el caso de Jordi Fernández a la cabeza de los Brooklyn Nets, Ramón Díaz dirigiendo a los Capitanes CDMX de la G-league u otros como Kokoskov como parte del cuerpo técnico de Atlanta Hawks y Rajakovic al frente de los Toronto Raptors. La lucha de estilos baloncestísticos sigue.
10. Hace unos días, uno de los entrenadores estadounidenses más prestigiosos y respetados, Greg Popovich, clamaba contra una regla que se ha probado en el All Star de la NBA femenina (WNBA) y en Filipinas, el tiro de cuatro puntos. ¿Crees que esa tendencia al espectáculo por encima de todo en EEUU acabará por convertir su baloncesto en un deporte “diferente” al que practicamos los europeos? Desde mi punto de vista, hay partidos de temporada regular de la NBA que son un mero 1x1 y más pobres tácticamente que, por ejemplo, otro de Euroliga.
Creo que el baloncesto como todo deporte evoluciona y como ya sucedió con la línea de 3 puntos en la ya lejana fecha del 1979, y luego más recientemente su ampliación de rango, han hecho que suponga nuevos retos para los jugadores. Ahora ya hay jugadores que lanzan desde el logo, ¿significa que vaya a aparecer eso en la NBA? Me cuesta pensar que se dé, aunque… ¿cuánto hace falta que valgan las canastas para satisfacer las ganas de espectáculo de los aficionados que son los que tienen que llenar los pabellones y que esto a su vez haga que no pare la rueda? Habrá que esperar reacciones de jugadores, aficionados y entrenadores.
11. Volviendo a nuestro país, y en concreto a la comarca, ¿cómo está la situación del baloncesto formativo a día de hoy?
Hay numerosas organizaciones trabajando y dinamizando en Albatera, Almoradí, Callosa del Segura, Catral, Guardamar, Torrevieja y en nuestra querida Orihuela. A nivel de fichas federativas, son más las de masculino que las de femenino. El C. B. Oribasket trabaja año tras año para posicionarse como club baloncesto referente femenino de la zona con la siempre competencia del fútbol ahora también en féminas.
12. ¿Y de la categoría sénior, tanto en masculino como en femenino?
Debido a que en esta categoría los jugadores comienzan los estudios superiores y los que tienen universidad muchos/as optan por marcharse a vivir a la ciudad donde van a cursar estudios, o que los horarios son incompatibles o al abandono de la actividad, cuesta más sacar equipos en estas categorías. Aun así, en masculino hay más equipos en la comarca que en femenino, categoría en la que hasta este año el Oribasket era el único que había en la Vega Baja.
13. En el ámbito local, ¿qué haría falta para que Orihuela tuviera un proyecto fuerte de baloncesto en categoría senior masculino y femenino y evitar la diáspora de jugadores oriolanos?
Es compleja esta pregunta…pues fundamentalmente tiene que haber una predisposición a seguir involucrados en el mundo del deporte de equipo. Las ganas de los/as jugadoras para seguir no pueden faltar y tener la actividad como parte importante de su rutina estudiantil ayudaría bastante. Esto en lo que concierne al jugador. También, una mayor implicación del tejido empresarial y de los consistorios podrían ayudar a sufragar los gastos federativos que son elevadísimos. La Federación es conocedora del porcentaje de abandono en categoría júnior, más alarmante en femenino, y cada vez los gastos para esta categoría hacen más complicado que un club con 10 fichas sea viable económicamente para que salga. Y, luego, a nivel clubes también tienen sus hándicaps, ya que en poblaciones pequeñas existen varios clubes o/y competencias desde el mismo Consistorio, que hacen que el talento esté diseminado, o una mayor colaboración entre clubes para complementarse. Es decir, si me llegan niños por ejemplo a nuestro club y nosotros no tenemos de esa categoría pues dar el contacto referente de un club que sí disponga de esa categoría.
14. Para finalizar, una pregunta ‘personal’ y que creo que es una situación que se imagina cualquiera que haya jugado al baloncesto. Como enamorado de este deporte, ¿sigues soñando con meter una canasta en el último segundo para ganar un partido y que el pabellón se venga abajo?
Ahora, estoy más en ayudar a mis jugadoras a que tengan las posibilidades de llegar compitiendo al último segundo del partido con opciones de ganar y que tengan las herramientas posibles para solventarlo a favor nuestro.