Foto Sport Vega Baja
La ciudad de Orihuela volverá a quedar ‘retratada’ para mal ante los aficionados nuevos y de siempre que acudan 'in situ' al campo y también ante toda España cuando el próximo 7 de diciembre se retransmita en directo por TVE a través de Teledeporte el partido entre el Orihuela CF y el Girona FC en un feudo como ‘Los Arcos’ de titularidad municipal. La Copa del Rey volverá a mostrar las miserias del vetusto recinto, que vienen sufriendo cada quince días los espectadores que allí se congregan para los partidos de liga. El campo está convertido hoy en un lugar indecente a tenor de la categoría de la ciudad y su amplia y dilatada tradición futbolística. Y tampoco acorde con la rica historia de un recinto que ha cumplido sus 78 años de vida. En la anterior ocasión en que un Primera División como el Villarreal visitó el campo en Copa del Rey, en 2020, ya se 'salvaron los muebles', porque el entonces presidente del club pagó de su bolsillo todo el elevado coste del graderío supletorio que se puso para la ocasión.
Hay que recordar que ‘Los Arcos’ es el segundo campo de fútbol más antiguo de toda la provincia de Alicante tras ‘El Collao’ de Alcoy, que data de 1922, y por delante de ‘La Magdalena’ de Novelda, inaugurado en 1949. Pero la sempiterna ausencia de una auténtica reforma acorde a su historia por parte de las sucesivas corporaciones municipales, que se han limitado a los continuos parches y lavados de cara, ha hecho hoy del histórico recinto municipal una auténtica ‘cochinera’, porque los políticos siempre se han venido escudando en que ‘como se hará un campo nuevo…’, ‘como se construirá una ciudad deportiva’… Puede decirse que el estado actual de ‘Los Arcos’ es un reflejo de cómo está la ciudad de Orihuela de sucia y descuidada.
Hay un sector de gradas en mal estado -desconchadas, repintadas, sucias, con moho…-, hay otro sector con gradas desmontables… Algo indigno de un campo de fútbol que se precie. Solo el graderío alto de preferencia, construido en el verano de 1990 a raíz del ascenso a Segunda División A es acorde a la ciudad y a la categoría de su equipo representativo. Hay rincones sucios, indecorosos y con basura acumulada… Por no hablar de los accesos al campo, que son tercermundistas en cuanto a comodidad o necesidad de evacuación, o de los vestuarios o de las cabinas de prensa o de los aseos... Por cierto, la falta de una buena iluminación es… histórica. No hay más que decir… y sin un triste graderío cubierto a estas alturas… ¡Qué menos que eso! Y en cuanto al mantenimiento del césped, pues cada dos por tres cambios… Unas veces lo lleva el Ayuntamiento, otras alguna empresa… No hay continuidad y este verano ya pasó con el césped lo que pasó… Y se resiembra el terreno de juego, porque no hay más remedio. En fin, nada nuevo. Eso sí, en cuanto a marcador, se ha mejorado. Ahora vendrán, en los días previos al Girona, los lavados de cara 'a calzón quitado' en las diferentes dependencias del campo. Por cierto, igual los terrenos paralelos a la grada de general se podían haber comprado en su momento para haber construido algún campo anexo de entrenamiento y no tener que estar saliendo continuamente de Orihuela para entrenar… Pero, en fin, visión de futuro más bien poca.
En este campo, se ha visto fútbol de categoría nacional desde 1946 hasta 1970, desde 1973 hasta 1994 y desde 1997 hasta nuestros días. En total, 72 campañas, que se dice pronto y que se reparten entre Segunda A (2), Segunda B (14), Segunda RFEF (1), Tercera División (53) y Tercera RFEF (2). Tan solo se ha jugado futbol de categoría regional en siete temporadas (45-46, 70-71, 71-72, 72-73, 94-95, 95-96 y 96-97). Estos 78 años de historia de este templo del deporte oriolano y regional han dado para mucho… y lo pueden seguir dando. Sólo falta que las autoridades municipales valoren la rica historia del campo, su identidad y su simbolismo y acometan cuanto antes una remodelación integral para modernizarlo y convertirlo en un estadio funcional y cómodo -con museo visitable de nuestro fútbol incluido-, es decir, un estadio acorde con la historia del campo, con la trayectoria del fútbol oriolano y con el nivel que se supone tiene Orihuela como ciudad.
Y todo ello al margen de que en el futuro pueda construirse la tan cacareada ciudad deportiva -el primer proyecto data de 1998 y ya van unos cuantos después sin ser aún una realidad-, que albergue un gran campo de fútbol. Si una ciudad no cuida su patrimonio… pierde su identidad. En Orihuela una de sus señas es ‘Los Arcos’. Toca acabar cuanto antes con su progresivo deterioro y degradación de las últimas décadas y proceder a remodelarlo para mantener su uso y mantener viva su historia, que también es la de Orihuela. Por cierto, hacer una ciudad deportiva y construir allí un campo de fútbol nuevo quizás estaría bien, pero aprovechar esa circunstancia para derribar ‘Los Arcos’ sería perder un campo de fútbol, infraestructura de la que nuestra ciudad anda muy escasa, y también gran parte de la historia balompédica de la ciudad. En caso de nuevo campo, ‘Los Arcos’ podría seguir usándose de lunes a domingo para el fútbol base, por ejemplo. Es muy triste que un juvenil del Orihuela CF de Liga Nacional tenga que jugar como local en… el campo de Benferri. Urge, por tanto, que los mandamases del Ayuntamiento pasen de las bonitas palabras, 'paños calientes' y grandes anuncios sin realidades de todos estos años atrás... a la acción. ¡Ah! Y lo del estado de las restantes instalaciones deportivas oriolanas merece en su mayoría más capítulos aparte, porque es para 'echar a correr'...